Los niños y las niñas son criaturas de increíble sensibilidad y apertura, tienen una enorme potencialidad aún intacta y una vitalidad incansable. Muestran una gran curiosidad por todo y una capacidad para aprender.
Los niños aman la fantasía y tienen esa capacidad para sumergirse en el mundo de la imaginación donde todo es posible, ellos no encuentran extraño relacionarse con árboles que hablan, montañas que andan y cobras que bailan al son de una música.
Partiendo de estos principios, el yoga se convierte en una práctica ideal para que los más pequeños la lleven a cabo, ya que poseen las cualidades idóneas para tener una experiencia no solo divertida, sino sumamente saludable. Por eso desde el pasado viernes comenzamos nuestras clases de yoga, psicomotricidad y relajación.